La inhibición de la mordida es quizás la pieza fundamental de la socialización de cualquier cachorro. Un perro que no ha aprendido a inhibir su mordida es un perro peligroso que puede causar daños incluso cuando juega. En cambio, un perro que sabe inhibir su mordida puede evitar causar daños incluso cuando muerde para advertir que está enojado.
El período crítico para la inhibición de la mordida termina alrededor de los cuatro meses y medio de vida del cachorro, cuando ocurre el cambio de dentición. Pasado este tiempo será muy difícil que le enseñes a tu perro a inhibir su mordida.
Entre los adiestradores es muy común hablar de perros de boca suave y boca dura. Los perros de boca suave son los que han aprendido a inhibir la mordida y son capaces de usar su boca para sujetar cosas sin dañarlas.
Existen varios aspectos a considerar para enseñarle a tu perro a inhibir su mordida.
El primero es que tu cachorro tenga compañeros caninos de juego. Esto es fundamental porque los cachorros aprenden a regular la fuerza de sus mordidas cuando juegan con otros perros. El principio es sencillo: si tu perro muerde muy fuerte, el otro cachorro se queja y el juego termina, aunque sea por unos segundos. Entonces, jugar sin dañar se refuerza positivamente (con el mismo juego) y jugar bruscamente se castiga negativamente (terminando el juego).
El segundo aspecto a considerar es que le enseñes a tu perro la orden "Suelta". Esta orden no ayuda a regular la fuerza de las mordidas, pero ayuda a que tu perro deje de morder algo.
El tercer aspecto es que le enseñes a tu perro a morder tus manos jugando. Aunque esto no es recomendado por muchos adiestradores, es muy importante para cachorros de menos de cuatro meses porque les enseña que los seres humanos somos más sensibles que los perros. Así, tu cachorro aprenderá a regular su mordida de diferente manera cuando juega con humanos que cuando juega con perros.
Para enseñarle a tu cachorro a morder tus manos jugando, empieza a jugar con él y permítele que muerda tus manos. El momento en que te cause dolor, dile "No" y termina el juego retirando tu mano. Algunos adiestradores sugieren que en lugar de decir "No", digas "Ay!" en un tono elevado de voz, haciendo notar tu dolor. En realidad no importa que palabra uses. Lo que importa es que finalices el juego en el momento exacto en que tu perro muerde con fuerza.
Como verás, el timing es muy importante en este caso. Si terminas el juego cuando tu perro está mordiéndote suavemente pero lo continúas cuando él te muerde con fuerza, estarás enseñándole a morder con fuerza.
Cuando detengas el juego, ignora a tu perro por unos segundos. Así el castigo negativo hará efecto. Sin embargo, no dejes a tu perro aislado ni nada por el estilo. Simplemente detén el juego, ignora a tu perro por unos segundos y reanuda el juego nuevamente.
De vez en cuando detén el juego y no lo reanudes muy pronto.
Repite el procedimiento por un tiempo y practícalo en diferentes lugares para generalizar el aprendizaje. También haz que otras personas (tu esposa, esposo, hermano, hermana, etc.) practiquen este procedimiento, así tu perro comprenderá que todos los humanos son sensibles.
Si no puedes detener los mordiscos de tu perro diciendo "No", primero enséñale la orden "Suelta", y usa esa orden para terminar el juego. Sin embargo, en este caso no ignores a tu perro por unos segundos, ya que estarías castigando el obedecer la orden. Simplemente detén el juego y reanúdalo cuando tu perro se calme.
Si tienes que usar la orden "Suelta" con mucha frecuencia, es que algo anda mal. Esta orden solamente te servirá para que tu perro te deje de morder cuando está muy entusiasmado. No debe ser parte del juego de "inhibir la mordida", salvo en muy contadas ocasiones.
No permitas que niños muy pequeños practiquen este ejercicio porque los resultados serán desastrosos. Los niños muy pequeños no tienen el control necesario para llevar el ejercicio de forma adecuada y es muy probable que el cachorro termine aprendiendo que es más divertido morder con fuerza para hacer más divertido el juego.
Nunca castigues físicamente a tu cachorro por morderte con fuerza. Eso solamente generará miedo o agresión. En todo caso, con el castigo no le enseñarás a inhibir su mordida, sino a no morder jugando. ¿Cual es el problema con esto? Que si decide morder cuando sea adulto, lo hará con muchísima fuerza.
Otra razón para no usar castigos físicos es que los cachorros no pueden controlar completamente sus impulsos hasta que son un poco mayores. Por tanto, aunque tu perro haya aprendido a inhibir su mordida, algunas veces estará muy entusiasmado como para darse cuenta que debe hacerlo. Cuando pase los cuatro o cuatro meses y medio podrá controlar su mordida con facilidad... si es que le has enseñado a hacerlo.
Finalmente, si existen clases para cachorros en tu ciudad, inscribe al tuyo antes que cumpla los cuatro meses y medio. Las clases para cachorros son quizás la mejor forma de enseñar la inhibición de la mordida porque tu perrito podrá jugar con otros cachorros. Además, contarás con apoyo del instructor y de los otros asistentes y harás muchos amigos.
Fuente: deperros.org
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